¿Os acordáis cuando no sabíamos qué era un dragon roll, la salsa de soja sabía exótica y cocinar con leche de coco parecía una marranada? Pues sí, aunque igual sois demasiado jóvenes para acordaros, hubo un tiempo en que la comida asiática era una novedad y solo conocíamos a Hawaii por la serie (la de los 70) y el Bar Kahala. Con el pokebowl nos pasará algo parecido. Esta ensalada hawaiana es la deconstrucción de una barra de sushi, aunque más completa y bastante más barata (entre 8 y 12 euros). De la mano de la fiebre healthy, vegan, flexivegetariana y todo ese largo etcétera que vosotros conocéis mejor que yo, Barcelona se ha inundado a mediodía de comedores de ensaladas y bebedores de zumitos coldpressed. Sientan cátedra en las plazas y el pokebowl viene a sumarse a la fiesta green. Por varios motivos.
Pokebowl: The Hip Fish
El primero que se tiró a la piscina de las ensaladas hawaianas en Barcelona fue Poke’ Maoli (Sevilla, 80) . Y lo hizo… ¿el año pasado? En un tris-tras el pokebowl ha pasado de tendencia gastro-incipiente, a tartera habitual. ¿Cómo lo ha hecho? Es sanote, rápido y te lo puedes llevar a la oficina. Hace tres meses que ha abierto en Gràcia The Hip Fish, un restaurante (también con take away) de pokebowl y sushiburritos (burritos travestidos en una alga nori) que demuestra cómo nos facilita la vida un lugar así cerca del trabajo.
La fórmula parece infalible: eliges la base de arroz, quínoa o un mezclum de ensaladas; le añades la parte proteica (atún, salmón, cangrejo, pulpo o tofu); los complementos ‘verdes’ (aguacate, zanahoria, edamame, rábano… ) y una salsa rica casera. Una de las grandes magias de la cocina asiática es proporcionar una mezcla de sabores ácidos, salados y duces. El paladar se entretiene mientras el pescadito navega entre verduras crujientes.
Aunque en Cuba y Estados Unidos fue un boom hace ya unos años, el pokebowl aún es relativamente nuevo en Barcelona. «Trabajaba en Madrid y no tuve ninguna duda cuando surgió la oportunidad de venirme a Gràcia para abrir este negocio. Era una gran oportunidad”, explica tras una impoluta barra nórdica Marcel Zerain, chef venezolano co-propietario del local -el otro socio es Daniel Arvelo. Por suerte, el blanco aséptico y la contención mobiliaria han expulsado del imaginario colectivo para siempre la desagradecida estética del local predecesor.
Aunque las vermuterías son y serán seña y orgullo de Gràcia ( espero que por muchos años), el pescado marinado en ensalada puede ser el nuevo hit del barrio. Diría que por eso lo de The Hip Fish, que viene a ser «pescado a la última». Aunque también puede ser un bluf! de dos días, como los negocios de bubble-teas que nos inundaron en 2013. Seguro que los recordáis. Al tiempo.
De momento, los 20 grados de esta semana han absorbido al interior de este pequeño local del número 1 a los mismísimos obreros que “ponen guapa” la calle de la Providencia. Con una cucharada de salsa picante de por medio cualquier ensalada también puede ser cosa de machotes, al final, tampoco es tan duro cuidarse.
The Hip Fish
Carrer de la Providència, 1 Bis, 08024 Barcelona
Horario: De lunes a sábado (12.00 – 23.00)