Florece el verano, sube el termómetro y las paellas llenan los stories de Instagram, las listas en revistas especializadas y los reportajes soft en diarios de prestigio. Las paellas están entre las motivaciones culinarias del verano pero, con demasiada frecuencia, el listón paellil que reflejan muchas publicaciones para nada se ajusta a la categoría que ha de tener un plato tan difícil de hacer como fácil de destrozar. En mi lista prioritaria de paellas y arroces veraniegos, hoy buceo en un ya clásico del litoral barcelonetero: Ca la Nuri Platja.
Ca la Nuri Platja es una de las meca que tenemos en Barcelona de los arroces con pedigrí, de las mal llamadas paellas de lagrimita. Después de 14 años de rigores veraniegos en primera (y colorida) línea de toallas en la Barceloneta, Ricard Noguera tiene claro que su decisión de bajar a pie de playa el local que su madre había abierto en los 70 en el Eixample fue una gran idea. Se enamoró del paseo, del ir y venir de turistas –¿en serio?- que buscaban un arroz digno con el que recordar sus vacaciones. La cosa ha ido a más en estos 14 años y tan bien que abrieron hace poco bajo el mismo sello Xiroi Ca la Nuri –misma carta pero concepto más relajado y playero, con sus DJs y cócktails y todo eso que mandan los cánones-.
El jovencísimo chef Jordi Lacasa –formado junto a Jordi Vilà del Alkimia y Vivanda- borda algunas de las preparaciones nuevas de esta temporada como el cremoso de gamba o el bacalao noruego, un best seller durante los meses de invierno.
La importancia de las gramíneas en las cocciones se deja patente a golpe de vista en carta. “Todos nuestros arroces se elaboran con la variedad acquerello (una variedad de carnaroli superfino)”. Declaración de intenciones que se cumplen al llegar a mesa un arroz negro con gamba y sepia acabado al horno ocho minutos. El secreto es respetar los tiempos de cocción, toque en horno y reposo, explica Lacasa, convencido de repetir una formula tan específica que, si fuera un cocktel molotov, seguro que le salía a la primera. Prosigue el recetario de arroces ‘horneados’ con los que Nuri sentó cátedra durante 50 años en su original Bar Nuria en la confluencia de las calles Aragó y Consell de Cent. Es igual de excelente en el de verduras de temporada como el cremoso de gamba con sepia. Nuri, ya jubilada hace tiempo, no se pierde la visita de un periodista a su casa e intenta resumir y transmitir a las nuevas generaciones su amor por la cocina de chup-chup.
Los mejillones de la casa son otro de los best sellers. Y es –nos descubre Lacasa- porque no están hechos al vapor, sino abiertos a golpe de plancha. “Esto permite conservar el jugo de mar con el que vienen en su interior, su textura mullida y dócil para separar la carne de la concha con la lengua sin apenas esfuerzo”. Una picada de ajo y perejil finísimo es aderezo suficiente para acompañar con mimo las suaves sensaciones salinas en boca. Además de los arroces, las patatas picantonas (tipo bravas) y los calamares a la andaluza fijados con una capa de harina ultrafina casi invisible son otros de los clásicos para compartir con los que todo el mundo acompaña su primera cerveza.
Si sois de pescado, no os quedéis sin echar un vistazo a su menú. Podéis encontrar pescado de vitrina fresco del día o pescado de mercado sin espina y emplatado ya para simplificar el proceso y poder volver pronto a la toalla.
En un divertido juego de complicidades, la carta de postres se asoma a la mesa en las manos de un camarero en forma de minireproducciones sobre una bandeja. Para escoger lo que más entre por la vista. Con un énfasis certero, me recomiendan la tarta de queso… Pruebo y me quedo pensando qué fantástico sería poder llevársela para disfrutarla en un ratito debajo de la sombrilla y después de un baño. ¡Ah, Ca la Nuri Platja! Viva el clasicismo para revisitar, que no revisar. Una vez y otra y otra y cada verano. Si es posible.
Ca la Nuri Platja
- Dirección: Passeig Marítim de la Barceloneta, 55, Barcelona
- Teléfono: 932 21 37 75
- Precio medio 25- 30 euros