Era una tienda de teléfonos pero desde enero es la recreación de una humilde caseta de playa. El Tarantín es ese puestecillo de comida callejera que podrías encontrar en cualquier isla caribeña, en el que el joven chef venezolano Miguel Portillo improvisa recetas tradicionales del Caribe.
El subtítulo de la carta reza: “serious caribbean cuisine”. Y la cosa va por ahí. Los sabrosos platos que Portillo y su compañera de sala, negocio y vida, Paola di Meo, maquinan y sacan de la pequeña cocina del restaurante son serios y están muy bien pensados.
Di Mateo y Portillo llegaron hace 5 años a Barcelona. Su intención era formarse en cocina y reproducir este improvisado puesto callejero en Isla Margarita. La cosa no salió como pensaban. Al final, fueron estas paredes del Eixample las que acabaron acogiendo su ilusionado y colorista proyecto.
No querían lanzarse a cocinar de cualquier manera. Así que antes de abrir El Tarantín hicieron un exhaustivo estudio del recetario tradicional buscando el nexo de unión e influencias entre las cocinas africana, francesa, americana… Y es que a partir de 1600, con la introducción de los esclavos africanos en las zonas costeras del sur del Lago de Maracaibo –de allí son oriundos los dos dueños- la cocina de la zona se empieza a vincular y empapar con la tradición alimentaria y culinaria de los inmigrados. Así que su rica propuesta va de Trinidad y Tobago, a Aruba, pasando por Martinica, República Dominicana y de vuelta a Jamaica. Toda una confluencia de kilómetros y sabores en un mismo plato.

La cocina caribeña empieza a ponerse de moda en Barcelona. «Pero es la gran desconocida de las gastronomías americanas”, señala Di Mateo, y sostiene: “todas las islas comparten frutas y verduras, pero la manera de cocinar es muy diferente”. Por ejemplo, “mientras la cocina de esta isla antillana es enormemente picante, en Aruba o Curaçao sirven el picante en la mesa para aderezar el plato con el punto de pique que guste”. Dominicano es su mofongo, -plato de arroz, plátano frito y especies con carrillera de ternera-, típicamente jamaicanas son las adictivas bolas de yuca rellenas de jerk chicken e inspirado en la cocina criolla de Trinidad y Tobago es el curry vegetariano Channa Aloo (de patata y garbanzo). Solo por poner algunos ejemplos de su jugosa carta.
Además, del picante, el coco es otro elemento muy frecuente que conecta muchos de los platos de comida callejera que se pueden disfrutar en el Caribe. En El Tarantín está para dar testimonio de esta práctica un jugosísimo curry de raíces y verduras con leche de coco y maíz quemado.
Uno de sus triunfos es haber conseguido en tiempo récord una clientela fiel que se ha plegado a esta larga lista de sabores en evolución. En especial, para probar su menú de mediodía (a 12,95 €) . Su tamal de calazaba relleno de cerdo y su cóctel de gambas con ketchup de tamarillo, tabasco y mango verde pueden transportar por unos segundos a un rincón paradisíaco. A una playa que, quizás, seamos poco afortunados y solo hayamos visto en el salvapantallas del ordenador.
El Tarantín
- Dirección: Carrer d’Aribau, 186, 08036 Barcelona
- Horario: Cierra los lunes
- Menú de mediodía: 12,95 euros
- Precio Medio: 25-30 euros
- Teléfono: 629 15 40 75