Buscar un chef para un restaurante de hotel es un reto. Al Hotel Neri le faltaba uno desde hace tiempo. Un chef como Alain Guiard que impulsase proyecto propio, que guiase la personalidad culinaria de uno de los hoteles icono más bonitos del barrio gótico de Barcelona.
Pocas presentaciones hacen falta para Guiard. De padre francés y madre catalana su currículum es vasto y conocido. Pasó por Sant Pau, El Racó de Can Fabes, Àbac (allí fue jefe de cocina) o Alain Ducasse en París. En la capital francesa también trabajó en el cinco estrellas Les Élysées du Vemet y, en Estocolmo, en el Restaurang Fredsgatan. De vuelta a Barcelona, comandó la cocina del Hotel Mandarin Oriental y lidiando en territorios más populares con apuestas como Sana Burg y La Mundana.

Ahora, a restaurant -su casa desde el pasado febrero- amalgama algo de todos estos lugares. Presenta platos divertidos y juguetones pero directos y asequibles (teniendo en cuenta el emplazamiento). Muy lejos de la tirantez de los menús degustación en los restaurantes de hotel, que, por fortuna, han pasado a la historia. A restaurant (en minúscula) lleva la “a” de asequible, la de anárquico y la de atrevido.
Y casi todos los platos de su carta cumplen esos tres requisitos mínimos. Lo hacen sus tacos crujientes de patata y buey de mar aderezados con lima y coco; uno de los entrantes estrella. Entre los aperitivos, también juega al verbo directo la selección de ostras (sabrosísima la n2 con agua de pepino, manzana ácida y caviar de aceite).

Y son de impacto y para una segunda vista el tartar de vaca sobre patana cabello de ángel coronado con una zalamera yema de huevo al carbón vegetal y – uno de comprensibles favoritos de carta- y un untuoso arroz de pichón con sus higadillos en parfait tímidamente repartidos en cubitos por la paella (un par de granos más en la paella tampoco harían daño).
¿Quién no ha admirado la triste historia en piedra de la Plaça Sant Felip Neri? ¿Quién no ha pasado los dedos por la piedra agujereada, destruida? La dejó la aviación italiana cuando en 1938 mató aquí mismo a 42 personas. En el mismo lugar donde hoy tomamos bebemos un Cara Nord de la DO Conca de Barberà. En una estampa preciosa, incluso resguardada del calor en pleno verano.
Las copas, en La Roba Estesa del Hotel Neri
La cuarta planta del Hotel Neri, esconde una de las terrazas con más encanto de la Ciudad. Entre galanes de noche, hibiscos y hortensias se deja entrever, al caer la tarde, la majestuosa arquitectura de callejuelas del Gótic. Mientras Barcelona se empieza a iluminar.
Hotel Neri
- Dirección: Carrer de Sant Sever, 5, Barcelona
- Teléfono: 933 04 06 55
- Precio medio: 35 euros