Primero reflexionemos. ¿Retox es lo opuesto a Detox? Las dudas me asaltaban al enfrentarme a uno de los mejores brunch de Barcelona ahora mismo. Si una comida, dieta -o lo que se tercie – es detox, reza contra ingredientes calóricos, grasas saturadas y otras cosificaciones del mal culinario. ¿Entonces, lo de retox simboliza la vuelta al mundo de la contundencia? ¿ al pecado carnal del huevo frito? ¿Soy yo o ya era hora? Bueno, quizás la época pre-navideña no sea la mejor para ir añadiendo kilos a la cesta de la compra. Pero, si lo miramos con perspectiva, es una manera de preparar el estómago para el venado en salsa de tu madre o los canelones –con ración extra- de tu suegra. Nada puede salir mal.

Pues resulta que lo del Retox es, en esencia, mucho de todo eso. #Brunchoverdose es el hashtag del festejo a la opulencia en el marco de un hotel de lujo. Ostras, jarrete y huevos rotos al plato para quienes tienen ganas de hincar el diente a la semana con las pilas cargadas.
Retox, un brunch solo para foodies que sí comen
El hotel W de Barcelona –termómetro barcelonés de modas y centrifugador experto de tendencias cool en la ciudad- ha puesto en la sobremesa de sus domingos este concepto que –ligando aún con el brunch mainstream– proporciona un shock de vitaminas (y grasas) de alto voltaje a los rezagados del fin de semana.
¿Cómo funciona? Entre 13.00 y 16.00, cada domingo surten un buffet libre de platos forrados de contundencia, un rincón con tartas de varios pisos, donuts, gofres y crepes que harían las delicias de María Antonieta. Para bajar la lasaña trufada, las albóndigas y la pizza, un Varadero Social Club (cachaça, licor de chocolate, licor de caramelo, lima y plátano), por favor. Coctelería de firma bajo demanda servida en mesa. La fiesta es para no parar de ir y venir de platos. Sin un ápice de retén neuronal, los comensales sacan tajada a los 40 euros que cuesta el festín.
Cabe suponer que el té matcha, los poke bowls saludables y los boles con corn flakes tecnolores nos han dejado tan saturados de buenas intenciones como huérfanos de carnaca y otras alegrías gastronómicas.
Tras la crisis de los kebab, la cruzada contra el azúcar y las salchichas veganas, quizás, sea el momento de dejar ya paso a la comida desacomplejada. Es mucho más divertida. Hagamos un hueco en nuestros brunch domingueros a los huevos con jamón y patatas, a las pizzas barbacoa, las costillas de cerdo y el salmón en salsa de gambas. También en espacios moderniquis.

No, no hace falta dejar de lado el aguacate y los germinados. No vaya ser que nos dé síndrome de abstinencia o algo. Para superar la somatización, ahí están las ensaladas del restaurante Wave –la de strigoli con queso azul, nueces y pera; o la de pollo con aguacate, tomate seco, mago y bayas de goji.
Dietistas confesos, comulgadores de cardiopatías diagnosticadas y gregarios veganos, absteneros.
Retox, Hotel W Barcelona
- Placa de la Rosa dels Vents, 1, Final Passeig de Joan de Borbó, 08039 Barcelona
Teléfono: 932 95 28 00 - Reservas y guest list: www.w-barcelona.es/retox
- Fechas: cada domingo, a partir del 12 de noviembre
- Horario: De las 13h a las 16h
- Precio: 40€ por persona incluyendo brunch ilimitado y un cóctel de bienvenida.